Tengo la fortuna de contar con amigos generosos y espléndidos que me invitan a comer en lugares interesantes. Gracias a ello pude conocer y disfrutar de un restaurante muy especial y acogedor de Madrid. Se trata de La cocina de María Luisa, en la calle Jorge Juan, en pleno Barrio de Salamanca.
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María Luisa, alma máter de este coqueto restaurante pasa de los fogones a las mesas para interesarse personalmente por la satisfacción de sus comensales. Soriana de nacimiento, profesora, ex-diputada en el Congreso, abandonó Navaleno, Soria, para afincarse en Madrid y traernos las delicias de su tierra, cercana al Rio Lobos.
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Este restaurante tiene varias especialidades que lo hacen diferente. La caza, los "caprichos micológicos", es decir setas y, el plato estrella de la casa, las manitas de cerdo rellenas. Entre las primeras, y quien esto escribe es un verdadero profano en la materia, las trufas negras de Soria imperan en algunos platos, como en el delicioso revuelto, que combina el sabor intenso de la trufa con el dulce de algún misterioso ingrediente. Además se ofrecen boletus y otras setas de temporada, todas ellas deliciosas.
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La segunda especialidad son las las manitas de cerdo, y estas son un asunto aparte. Receta materna llevada, con mimo y amor filial, al grado de arte. La manita deshuesada se rellena de carne picada y trufa negra de Soria y es cocinada haciendo una sabrosa y consistente salsa. El resultado es absolutamente delicioso y merece la pena.
María Luisa, alma máter de este coqueto restaurante pasa de los fogones a las mesas para interesarse personalmente por la satisfacción de sus comensales. Soriana de nacimiento, profesora, ex-diputada en el Congreso, abandonó Navaleno, Soria, para afincarse en Madrid y traernos las delicias de su tierra, cercana al Rio Lobos.
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Este restaurante tiene varias especialidades que lo hacen diferente. La caza, los "caprichos micológicos", es decir setas y, el plato estrella de la casa, las manitas de cerdo rellenas. Entre las primeras, y quien esto escribe es un verdadero profano en la materia, las trufas negras de Soria imperan en algunos platos, como en el delicioso revuelto, que combina el sabor intenso de la trufa con el dulce de algún misterioso ingrediente. Además se ofrecen boletus y otras setas de temporada, todas ellas deliciosas.
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La segunda especialidad son las las manitas de cerdo, y estas son un asunto aparte. Receta materna llevada, con mimo y amor filial, al grado de arte. La manita deshuesada se rellena de carne picada y trufa negra de Soria y es cocinada haciendo una sabrosa y consistente salsa. El resultado es absolutamente delicioso y merece la pena.
1 comentario:
Lo suscribo. He estado dos veces y es excelente tanto la comida como el ambiente
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