miércoles, 27 de junio de 2018

La librería de Isabel Coixet

Isabel Coixet es una directora de cine española, en concreto barcelonesa, que tiene una larga carrera como directora y guionista y que ha recibido varios premios Goya por sus trabajos, siendo sus mayores éxitos La vida secreta de las palabras y ésta que hoy se presenta que obtuvo el premio Goya a la mejor película y la del mejor guión adaptado. Por este baluarte ya pasó Coixet con motivo de su, a mi modo de ver fallida, Mapa de los sonidos de Tokio. El guión de esta película es una buena adaptación de la novela de Penelope Fitzgerald que tiene el mismo título y que me leí antes que Coixet la llevara al cine.
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La librería nos cuenta una triste historia, ambientada en los años 50, en la que Florence Green llega a Hardborough, un tranquilo pueblo de la costa inglesa, decidida a cumplir el sueño que ella y su marido concibieron cuando se conocieron, abrir una librería en un lugar alejado de los conflictos sociales que tenían lugar en los lejanos grandes centros urbanos. Sus ilusiones tropezarán con las resistencias de Violet Gamart, una "gran dama" que domina la vida de sus conciudadanos desde su elevada posición social, política y “moral”.
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La película resulta elegante magníficamente ambientada y con un respeto a la idea original de la Fitzgerald. Alguno podrá pensar que los personajes tienen rasgos exagerados o que la trama es forzada. Pues no. A veces la vida en la pérfida Albión es así... o peor.

miércoles, 20 de junio de 2018

El rey de los belgas de Peter Brosens y Jessica Woodworth

Peter Brosens y Jessica Woodworth son una pareja de directores de cine belgas que empezaron sus carreras cinematográficas en el mundo del documental antes de pasarse a la dirección conjunta de películas de ficción. Sus tres primeros largometrajes en dúo fueron seleccionados en varios festivales internacionales y su nuevo trabajo, que hoy se presenta, participó en la Mostra de Venecia y marca un considerable cambio con respecto a su filmografía anterior.
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El rey de los belgas es un a película desternillante pero que encierra una crítica social y política muy ácida. Nicolás III, un supuesto rey de los belgas, queda retenido en Turquía por un problema técnico mientras en Bélgica, Valonia se declara independiente. Los esfuerzos de los asesores y el séquito del rey por regresar a Bélgica enmarcan toda la trama con ocurrencias absurdas, situaciones ridículas y con un humor muy muy afilado.
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Los que me siguen desde hace años ya saben lo que pienso de Bélgica, cuestión que se ha visto matizada, a peor, con motivo de la farsa catalana. El cruel retrato de la monarquía de la mano de cineasta que va rodando la vida del rey en directo se sitúa entre la comedia bufa y el esperpento, sin perder en ningún momento el interés y la gracia (que en Bélgica se habrá repartido peor que aquí).

viernes, 15 de junio de 2018

Nuestra vida en la Borgoña de Cédric Klapisch

Cédric Klapisch es un realizador, actor, productor y guionista de cine francés que empezó a rodar cortometrajes y posteriormente, trabajó como guionista y como director cinematográfico para cine dirigiendo unos diez largometrajes y para la televisión francesa. La que hoy se presenta se estrenó en 2017 bajo su título original de Ce qui nous lie que se podría traducir como "lo que nos une".
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Nuestra vida en la Borgoña es la historia de una familia ante el fallecimiento del padre. Jean dejó hace diez años a su familia y su tierra natal, pero regresa ante la cercana muerte de su padre. A la vez se reencuentra con su hermana, Juliette, y con su hermano, Jérémie. Su padre murió justo antes del inicio de la cosecha. Durante el año, a lo largo de todo un ciclo de producción vinícola los tres jóvenes se reencontrarán entre ellos cicatrizando viejas heridas recuperando su fraternidad y madurando junto con el vino que producen. Lo que les une, en verdad es la posesión de una tierras y una bodega que hace un buen vino.
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Esta película se ve con cierto interés y deja la figura de la familia más o menos entera ya que, aunque sean unas tierras comunes son suficientes para unir hermanos y proyectar cosas juntos. Hay cierto cine francés que toca temas interesantes y se deja ver con gusto. Además se percibe el nacimiento de un subgénero que podríamos titular "Viaje, coma y beba por Francia", en el que los productores galos nos muestran lo bueno de su tierra, paisajes, comida, vino... Además de esta, podemos recordar aquella Pastel de pera con lavanda o Paris puede esperar, que resultan agradables y fomentan el turismo, algo que bien se podría copiar aquí. 

lunes, 11 de junio de 2018

Representación y poder de Elio Gallego

Elio Gallego es Profesor de Teoría y Filosofía del Derecho de la Universidad CEU San Pablo. Sus estudios se han orientado, fundamentalmente, a la actualización del pensamiento jurídico y político clásico occidental. Complementó su amplia formación con fructíferas etapas anglosajonas. Además, y más importante, es mi amigo y dueño de una mente analítica, perspicaz y con unos profundos conocimientos de política, historia y, claro está, derecho. El libro que hoy se presenta, un volumen de algo menos de 120 páginas, ha sido publicado por Dykinson en 2017.
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Representación y poder, un intento de clarificación, es un ensayo denso, inspirado, claro y necesario, más en estos tiempos de turbulencias parlamentarias. Su lectura requiere cierta atención, en especial en los primeros capítulos, cuando establece la diferencia entre ambos conceptos difuminada con el tiempo.
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Comienza este ensayo con una crítica a Hobbes a quien el profesor Gallego identifica como el causante de la confusión entre representación y poder y que al ciudadano medio europeo le cuesta identificar. Por ello el autor toma la suficiente perspectiva histórica, llevándonos hasta las Cortes de Castilla, el modelo histórico perfecto de representación, según muchos estudiosos. Y van pasando autores de la categoría de Carl Schmitt, Álvaro D'Ors, Dawson, Donoso Cortés, Burke o Javier Conde, todos ellos pensadores conservadores que ayudan a delimitar el problema y hacerlo entendible: el ciudadano no cede su cota de poder al representante, lo que le cede es su confianza.

lunes, 4 de junio de 2018

Golpe de timón... ¿o no?

Hace unos días se produjo en España un hecho único: El triunfo de una moción de censura parlamentaria que puso fin al Gobierno (es un decir) de Mariano Rajoy, dando paso a La Moncloa a un señor que perdió las elecciones de forma clamorosa.
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La situación era dramática e insostenible y el cambio muy necesario. La cobardía y soberbia de Rajoy, no era de ahora, sino de mucho antes. Debería haberse ido hace años, por lo siguiente:
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- No supo gestionar lo de Cataluña (en todos estos años, no en sólo el pasado octubre, que tampoco) y ha dejado la unidad nacional en riesgo.
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- No ha querido atajar la corrupción y no ha despejado las serias dudas que recaen sobre él.
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- Ha creído lo que decía Bill Clinton, aquello de "Es la economía, estúpidos". Y no. No lo es. No sólo, desde luego.
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- Los logros que consiguió con una gestión eficaz, que no dudo, no los ha sabido vender por que se ha rodeado de pijos incapaces con Máster en Harvard.
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- Ha hecho una gestión fría, sin alma, sin gracia, sin ningún tipo de calor humano. Floriano, Hernando, el plasma, Soraya... Todo un desastre de cara al público.

Ha puesto al partido popular, así, con minúsculas, por encima de España y esa es una grave enfermedad de nuestra democracia que M. R. ha agravado.
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Dicho lo cual, espero que lo que venga sea breve y haya nuevo parlamento antes de fin de año y se ponga a trabajar en las cosas que verdaderamente importan. Pero no tengo al respecto ninguna esperanza.
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No creo que P. Sánchez sea capaz de gobernar con los compañeros de viaje con los que se ha subido al carro.
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Desde arriba, siempre arriba; un abrazo a izquierdas, centro y derechas.