Como tantas otras ciudades mediterráneas, ya sea la, por tantas razones, ruinosa Atenas, la sofisticada Barcelona o la inquietante Argel, Cartagena tiene ese aspecto polvoriento, caótico y asombrosamente luminoso que la convierten en un paraíso abierto al mundo. Algo especial que la hace singular y universal a la vez. En la provincia de Murcia, para desesperación de cartageneros, pero de espaldas a la huerta y a la vega del Segura, Cartagena ha sido puerta del Mediterráneo y llave de culturas y civilizaciones, fenicios, cartagineses, que le dan su nombre, romanos, árabes ... españoles al fin, se funden para dar a esta ciudad un brillo especial, un carácter propio de forma que las carnicerías Halal o la presencia militar, que nos resultan extrañas en otros sitios es aquí normal.
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Asuntos que no vienen al caso me llevaron a esta bella bahía, puerto natural aprovechado durante milenios por flotas tan variadas como las de las viejas civilizaciones mediterráneas ya citadas, la VI de los gringos o, por supuesto, la Armada española, donde tienen su base los modernos submarinos, que velan nuestros sueños desde las más ocultas simas, hijos de aquel primer sumergible diseñado por Isaac Peral que, pieza única en el mundo, adorna el paseo marítimo de Cartagena, cerca del renovado y muy recomendable, ARQUA, o Museo de Arqueología Subaquática, cuyos científicos han reconocido y valorado recientemente las monedas expoliadas por el barco pirata Odyssey procedentes de un galeón español hundido hace 200 años.
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Cartagena es un lugar para ver y disfrutar, para pasear y ser parte de la historia que te envuelve.
Asuntos que no vienen al caso me llevaron a esta bella bahía, puerto natural aprovechado durante milenios por flotas tan variadas como las de las viejas civilizaciones mediterráneas ya citadas, la VI de los gringos o, por supuesto, la Armada española, donde tienen su base los modernos submarinos, que velan nuestros sueños desde las más ocultas simas, hijos de aquel primer sumergible diseñado por Isaac Peral que, pieza única en el mundo, adorna el paseo marítimo de Cartagena, cerca del renovado y muy recomendable, ARQUA, o Museo de Arqueología Subaquática, cuyos científicos han reconocido y valorado recientemente las monedas expoliadas por el barco pirata Odyssey procedentes de un galeón español hundido hace 200 años.
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Cartagena es un lugar para ver y disfrutar, para pasear y ser parte de la historia que te envuelve.
4 comentarios:
No se yo si el adjetivo "moderno" es el mas adecuado para describir a los submarinos clase Galerna de la armada española. Si es necesario para dotar de mayor fuerza al texto podriamos tolerarlo. Lo que ya excede cualquier licencia literaria es convertir una fragata en galeon.
Un saludo.
Cierto que la Mercedes era una fragata y yo la rebajé, en el tiempo, el tamaño y el espacio a Galeón. Touché.
Lo de moderno era en contraposición al de Isaac Peral, pero además, no olvides que en Cartagena están terminando el mecano del S-81, que ese sí que es moderno de verdad... Más incluso que su primo el Scorpene.
Un abrazo y gracia por la precisión.
Abu
Si, eso parece, los S80 son submarinos "modernos de verdad". Lastima que no vengan con todos los extras.
¿Por que anularon la compra de los Tomahawk?
En la revista Atenea lei un interesante articulo que venia a decir que no se adquieron los misilies de crucero debido a las restricciones tecnicas que imponia el gobierno de USA. Es decir, no podriamos utilizarlos sin el visto bueno de los amigos americanos.
Madrid podria realizar el disparo pero seria Washington quien guiaria el misil hasta su objetivo.
Un abrazo mi catolico amigo (dicho con todo el afecto).
Yo creo que lo de los Tomahawk fue, como dices, debido a una falta de plena soberanía tecnológica en su uso. Al final, desde plataforma aérea tenemos (o tendremos, no lo sé) el Taurus, que, por lo que dicen es la pera, plenamente soberano e infinitamente más barato para las mismas (o muy similares) capacidades.
Un saludo
Abu
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