La sociedad británica está enferma como ya se ha dicho en este baluarte y los propios británicos reconocen como una sociedad injusta y potencial origen de problemas sociales.
Si a una policía con la "mano larga" cuando tratan con minorías ya sea raciales, religiosas o sociales se une el descontento feroz de una juventud empobrecida, sin futuro, sin familia y sin valores, la mezcla suele ser explosiva. Algún comentarista español se preguntaba hace unos días si las autoridades británicas habían reaccionado tarde, refiriéndose a la actuación policial. Mi respuesta fue inmediata y automática: Si. Las autoridades han reaccionado con dos siglos de retraso. Ese es el tiempo que lleva en vigor un sistema educativo cuyo objetivo principal es perpetuar los privilegios de clase, con unas mínimas oportunidades para el ascenso social real, y con el récord absoluto de familias desestructuradas, hijos abandonados, alcoholismo infantil y alguna otra lindeza. Ya a principios de 2009 la Children´s society advertía: " Hay una necesidad imperiosa de cambiar el núcleo de la sociedad de forma que los adultos, sean padres o profesores, no se avergüencen de defender los valores sin los que una sociedad no puede prosperar". Se puede decir más alto, pero más claro, se podrá duplicar el número de policías, pero el problema persistirá.
Quizás la más claro mensaje que leí en Twitter estos día fue este de una londinense: "The Youth of the Middle East rise up for basic freedoms. The Youth of London rise up for a HD ready 42" Plasma TV", es decir: "Los jóvenes de Oriente Medio se alzaron por sus libertades. Los jóvenes de Londres se alzan por una Televisión de plasma de 42 pulgadas". Me temo que los jóvenes de Madrid, Valencia, Sevilla o Barcelona (estos últimos ya lo demostraron hace años) por algo muy similar a los londinenses, ¿no creen?
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