El conflicto de Líbano es algo tan complejo y poliédrico que a cualquiera que desee profundizar para entender las claves, siquiera someramente, ha de viajar a Beirut y dejarse embriagar por las vistas, los aromas y las gentes. Para quienes lo tengan más difícil siempre es preciso leer lo que se haya publicado sobre este conflicto o sobre aspectos específicos de él. La milicia, partido político y grupo terrorista, que todo eso, a la vez, es, es un elemento esencial en la política libanesa, pero también en la de Israel, Siria e Irán, por diferentes motivos, y que fue capaz de derrotar militarmente a Israel en dos ocasiones, 1990 y 2006. Es un grupo que chantajea a toda una región teniendo un apoyo popular limitado y unas capacidades militares que le permiten, bajo su permanente amenaza, hacer lo que quieren... desde Teherán.
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El periodista de la agencia EFE, Javier Martín ha pasado mucho tiempo, quizás demasiado, en Oriente Próximo viviendo, al menos, en El Cairo y Beirut, por lo que su conocimiento de la zona es superior a la del resto de los mortales. Para escribir Hizbulah. El brazo armado de Dios, editado por Los libros de la catarata en 2006, se entrevistó con gente perteneciente al grupo, visitó sus sedes y vio con sus ojos algunas de las cosas que relata. Otras en cambio, se las imaginó... lo que lo hace en parte tendencioso y poco riguroso.
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El libro tiene la virtud de agrupar información dispersa y dar una visión de lo que es y fue Hezbollah, que es como prefiero escribirlo, si bien la información sobre los primeros pasos es difusa y falta la imprescindible contribución iraní sin la que no se entiende a Hezbollah. Recordemos que muchos consideran a esta milicia como una unidad subordinada a la Guardia Revolucionaria iraní y como tal se comporta. En definitiva es un libro menor, pero que ayuda a situar el problema.
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