Hace tres años, en diciembre de 2010, cuando se estrenó esta Balada triste de trompeta, leí varias críticas, empezando por la de Juan Manuel de Prada en ABC y me dije que quería ver esta película, pero no solía haber acuerdo en casa a la hora de ir al cine o de alquilar una película e el videoclub. Estos días he podido y no me arrepiento.
.
Aquel año de su estreno fue candidata a 15 premios Goya de los que recibió 2 premios menores, lo cual era un buen síntoma. Además Álex de la Iglesia recibió el León de Plata en Venecia al mejor director.
.
El guión, también obra del director, de esta película es heterodoxo y la factura brillante. El tema de fondo que toca, es casi eterno, las luchas cainitas entre las dos Españas, rojos y fachas, "buenos" y "malos", católicos y ateos, en definitiva, payaso triste contra payaso tonto.
.
Y es este el original símil de Álex de la Iglesia utiliza para explicarlo. Un salto de 1937 a 1973 con un personaje común, niño que sigue la tradición familiar para ser payaso, trabajo en el que encuentra un competidor, en el trabajo y en el amor.
.
Y todo esto pasa en la España autodestructiva que se retrata como un gran circo donde nos matamos entre carcajadas, donde la violencia siempre tiene su sitio y el miedo es una forma de vida. Brillante película que no gustará a la mayoría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario