martes, 6 de marzo de 2012

El tiempo de los regalos de Sir Patrick Leigh Fermor

Sir Patrick Leigh Fermor apareció por este Baluarte hace unos meses con motivo de un libro y llegué a conocerle e interesarme por su vida y su obra gracias a su amigo el Marqués de Tamarón. Continúo con la lectura de su obra y cada vez me parece más asombroso cómo la obra de este inglés se acerca a mi ideal de perfección literaria, a mi parecer muy por encima de los excelentes libros de viajes de Robert D. Kaplan o de Rebecca West, quien visitó los Balcanes a la vez que nuestro glosado y admirado Paddy.
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El hecho, digamos, fundacional de la vida del autor fue el viaje que con 19 años hizo entre Hook of Holland, cerca de Rotterdam, hasta Constantinopla, el nombre con el que prefiere referirse a Estambul. De esa aventura juvenil han nacido dos libros, y se espera un tercer y último póstumo, el primero de los cuales toma un verso de Louise Maneice como título, El tiempo de los regalos.
RBA ha editado en un sólo volumen estos dos primeros libros, mientras permanecemos en vigilia hasta que, en 2013, aparezca, espero, el tercer volumen en español.
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En este volumen cuenta, tras un rápido repaso
en el prólogo a su infancia y adolescencia, la primera parte de su viaje desde su embarque en Londres en el carguero que le llevará a Holanda hasta la llegada a la frontera con Hungría, atravesando Holanda, Renania, Franconia y Baviera, en Alemania, Austria y Eslovaquia, que entonces era parte de Checoslovaquia.
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Durante su viaje atraviesa campos nevados, ríos como el Rin y el Danubio, que se convertirá en su guía. Duerme en chozas en el campo, a orillas del río, en albergues, como el de Munich, o en Palacios y Casas solariegas como las de ciertos aristócratas austríacos o alemanes que le acogen con generosidad e interés.
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Pero este viaje es no sólo un viaje geográfico a través de Europa Central, es además un viaje por la cultura continental, por su arquitectura, su pintura y sus idiomas, todo lo cual es capaz de enlazar, analizar y exprimir hasta hacerlo parte de lo que ve y le cuentan.
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Este libro es, en definitiva, una verdadera delicia.

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