sábado, 19 de junio de 2010

Pollo a la carta. Una parábola filipina

Mi amigo LFU desde Arriba lo trajo desde Ex-Orbe que a su vez lo trajo de cualquier otro sitio. Yo continuo la cadena para que nos ayude a recordar quienes somos y adonde vamos. Para que sepamos el valor de lo que tenemos y de lo que que carecemos. Para que sepamos dar gracias a Dios a pesar de todo.
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Disfruten este cortometraje premiado en el Festival de Cine de Berlin de 2006 y filmado en un entorno real filipino, sin actores ni extras, y si tras verlo se sienten molestos consigo mismos, no se preocupen, es señal de que están vivos.

2 comentarios:

Gonzalo GY dijo...

Entre las muchas cosas que impactan del corto, hay una que es impresionante: La cara de alegría del chiquillo del final cuando ve que le ponen un puñado de espaguetis.

Espectacular. Y duro como un fuerte golpe con un bate en las costillas, como el que nos merecemos.

Abu Saif al-Andalusi dijo...

Si que nos merecemos ese golpe en las costillas, si.
Un abrazo
Abu