miércoles, 2 de junio de 2010

Una saeta de versos que se cuele en tu ventana

De una tarde atormentada, de unas saudades lusitanas, nacen como un lamento estas palabras sentidas y vividas que ya son tuyas, amigo que visitas las garitas de este baluarte.
Permite Amor que te asalte, al menos con esta rosa,
una saeta de versos que se cuele en tu ventana
que lleven el fino rumor de los vientos de verano
que te digan que he llorado por la falta de mi Diosa
que te cuenten al oído lo que pensé esta mañana
que te acerquen el aroma de aquel pétalo temprano
y me devuelvan un día, como un agua milagrosa,
la sonrisa celestial que me alegró una mañana,
el destello de tus ojos, la suavidad de tu mano,
para que vuelva a sentir tu presencia vaporosa
que apague dentro de mí la viva llama africana
y que te vuelva a besar en las sombras del verano.

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