viernes, 21 de octubre de 2011

Libia. Una profunda vergüenza

Hace una semana la Ministra de Defensa de España decía que "el pueblo libio empieza a escribir una nueva historia con renglones rectos", a la vez que daba la "enhorabuena" a los efectivos militares por el trabajo realizado. Nada que objetar al trabajo, digamos técnico, de los militares que han participado es esta guerra inventada e injusta.
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Hoy siento una profunda vergüenza por las palabras de nuestra Ministra, por el papel sin brillo ni moral de unas Fuerzas Armadas que no se merecen ser enviadas a una guerra injusta (y carísima), otra más, por la interpretación criminal que se ha hecho de la resolución 1973 de la ONU, según la cual, para proteger civiles, se nos permite matar a civiles. Además, nuevamente manifiesto mi preocupación por el futuro de Libia, dejada en manos de radicales islamistas, líderes tribales y aventureros apoyados por las cancillerías occidentales sedientas de petróleo a las que poco les interesa la estabilidad, el progreso o el bienestar del pueblo libio.
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Sí. Sin duda hoy es día en el que sufrir y sentir un profunda vergüenza.

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