John Madden ha dirigido esta interesante película, La Deuda, remake de una película israelí, que es una mezcla de película de acción, thriller y drama psicológico, de muy buen resultado y magnífica ambientación y puesta en escena.
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La historia se libra, si me permiten, en dos espacios temporales y físicos. La Alemania Oriental de 1965 y el Israel de 1997. Los protagonistas son los mismos, tres jóvenes agentes del Mossad, el servicio secreto israelí, dos hombre y una mujer que deben secuestrar y llevar a Israel para ser juzgado a un criminal de guerra nazi, antiguo médico en un Campo de concentración.
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Aparece de nuevo, deslumbrante, Jessica Chastain, a quien admiramos hace poco en "El árbol de la vida", el resto de los actores, y sobre todo su alter ego con 30 años más, Hellen Mirren, están en su lugar y ejecutan su papel con convicción y maestría.
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Es especialmente interesante el tratamiento del drama psicológico en que las circunstancias colocan a los protagonistas, la forma en que resuelven, en falso, su problema y cómo los sentimientos de culpa afloran, de forma trágica, pasados los años.
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Es una película muy entretenida, bien dirigida e interpretada y que nos sitúa ante hechos, quizás cotidianos, que se libran, seguramente con frecuencia, en las alcantarillas de los estados y en los que la "razón de estado" choca con la moral y con los sentimientos más profundos de sus protagonistas.
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La historia se libra, si me permiten, en dos espacios temporales y físicos. La Alemania Oriental de 1965 y el Israel de 1997. Los protagonistas son los mismos, tres jóvenes agentes del Mossad, el servicio secreto israelí, dos hombre y una mujer que deben secuestrar y llevar a Israel para ser juzgado a un criminal de guerra nazi, antiguo médico en un Campo de concentración.
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Aparece de nuevo, deslumbrante, Jessica Chastain, a quien admiramos hace poco en "El árbol de la vida", el resto de los actores, y sobre todo su alter ego con 30 años más, Hellen Mirren, están en su lugar y ejecutan su papel con convicción y maestría.
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Es especialmente interesante el tratamiento del drama psicológico en que las circunstancias colocan a los protagonistas, la forma en que resuelven, en falso, su problema y cómo los sentimientos de culpa afloran, de forma trágica, pasados los años.
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Es una película muy entretenida, bien dirigida e interpretada y que nos sitúa ante hechos, quizás cotidianos, que se libran, seguramente con frecuencia, en las alcantarillas de los estados y en los que la "razón de estado" choca con la moral y con los sentimientos más profundos de sus protagonistas.
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