martes, 19 de mayo de 2009

Tres horas en el Museo del Prado de Eugenio D´Ors

He visitado varias veces el Museo del Prado y tengo pendiente una nueva visita tras la reciente ampliación. Pero tengo un problema, allí el tiempo pasa para mi casi sin sentirlo y nunca da para casi nada, siempre es escaso. No consigo aprovechar el tiempo de la visita y siempre quedan cosas, muchas cosas, por ver.
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Por eso, hacía tiermpo que quería leer "Tres horas en el Museo del Prado" de Eugenio D´Ors, en la esperanza de que pueda resolver este problema que tengo con la primera pinacoteca del mundo. He leido el libro "en seco", es decir sin la visita correspondiente, pero para subsanarlo, accedí a la web del Museo que permite una visita virtual para seguir en detalle el libro y los cuadros que se comentan ya que la copia de que dispongo está desprovista de láminas. Por cierto, les recomiendo, antes de verla, la visita a la exposición de Joaquín Sorolla que se mostrará en el Museo del 26 de mayo al 6 de septiembre.
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El libro escrito originalmente en 1929 no es fiel con el orden y distribución de las obras en el edificio en la actualidad, si bien todas las obras están allí y este hecho no desmerec el texto ni, por supuesto, la visita. Pero el libro no es una mera guía de visitantes, es también un breve tratado estético de historia de la pintura, y es en esta faceta del libro en la que se puede, si cabe, disfrutar más y mejor de la prosa dorsiana. El libro se renovó y reeditó en varias ocasiones y fue ampliando con unos "Avisos al visitante de las exposiciones de pintura", que profundiza más en conceptos de crítica pictórica que han resultado, para un profano en la materia como yo, muy interesantes. Nunca es tarde para leer un clásico de la crítica de arte.

2 comentarios:

Alfaraz dijo...

Desde que D´Ors escribíó el libro, el Prado se habrá multiplicado por cuatro, así que las horas deberían ser doce.
Genial Xènius ¿dijo ya alguien que don Eugenio es nuestro Chesterton?

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Abu Saif al-Andalusi dijo...

No sé si lo dijo alguien. Yo creo que Xenius podría ser nuestro Chesterton de la crítica artística, pero no quizás de otros géneros
Un abrazo
Abu