domingo, 25 de agosto de 2013

To the wonder de Terrence Malick

La última película estrenada de Terrence Malick, el esquivo, perfeccionista director de cine americano, hace la número seis de su filmografía y, lleva por título To the wonder, que se podría traducir como "Hacia la maravilla". Esta frase la pronuncia, en una de las primeras escenas de la película, la protagonista cuando llega al claustro del monasterio de Saint Michel, entre Normandía y Bretaña, donde comienza y termina esta película.
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Como suele suceder con las películas de Malick no serán del agrado de aquellos que, como mi querida esposa, prefieren que les cuenten una historia que les permita evadirse y olvidarse de la crisis. Pero Malick siempre nos convierte en personajes para que podamos olvidarnos de la económica, pero no de la que cada uno lleva en su corazón. Para eso hace falta cierta tensión y atención para interpretar los guiños y los sutiles mensajes que el director nos manda mediante imágenes, sonidos, preguntas en off, o la simbología de, por ejemplo, el agua en esta cinta.
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El metraje es adecuado, dura unos 110 minutos, y no excesivo como sucedía con El árbol de la vida, su anterior película, de la que esta nueva entrega, estrenada en España en abril de 2013.
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Los actores sirven al guión y al montaje y cumplen su papel con soltura acompañando a la historia, incluyendo a Ben Affleck, a Olga Kurylenko y a un improbable Javier Bardem en el papel de sacerdote católico.
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To the wonder es un poema y como tal ha de ser releído, pensado y meditado y hay que sentarse a verla sabiendo lo que es. Es además una oración, especialmente durante los últimos quince minutos de cinta, en los que una descarnada búsqueda de Dios nos lleva a ponernos ante el sufrimiento humano, el nuestro y el de los demás. Finalmente es una reflexión profunda y hermosa sobre el amor. Un amor humano, conyugal que se desvanece ante la miseria y el egoísmo si no está anclado en el Amor de Dios.
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To the wonder es una gran película que hay que ver y hay que disfrutar y luego hay que comentar, reir y llorar. Porque, como ya he dicho es además una reflexión profunda, una poema visual y una Oración al Padre. No se la pierdan.

2 comentarios:

Jorge Velasco dijo...

Me pareció mala hasta decir basta. Una película cuyo hilo argumental son los pensamientos con voz en off de los protagonistas es muy aburrida. Más luego las imágenes de torrentes de agua, bailes, etc. que requieren un esfuerzo por el espectador para intentar comprender mejor una historia sosa, falta de ritmo.
Me defraudó bastante, después de su más que interesante El árbol de la vida.

Abu Saif al-Andalusi dijo...

Puede ser, amigo Jorge. Pero tras ller varias críticas que señalan las claves y los simbolismos de Malick, te das cuenta de que lo que se ve es otra cosa muy diferente. Al menos a mí me ha pasado.

Un abrazo