martes, 4 de enero de 2011

Bruc, el desafío, de Daniel Benmayor

Tenía interés por ver cómo se había resuelto este experimento épico del cine español, la película ambientada en la guerra de la Independencia, Bruc, el desafío. Vi trailers y leí comentarios y críticas y las opiniones no eran, ni mucho menos, uniformes.
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Daniel Benmayor, su director, desarrolla y da vida a un guión original de Jordi Gasull que imprime a la película una actividad trepidante. Se apoya en efectos especiales, vestuario y maquillaje muy bien servidos. Los actores son creibles y están a la altura de las circunstancias, aunque coincido con muchos en que Ballesta será un gran actor al que le falta aún un poco de rodaje.
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La película es violenta e incluye escenas sanguinolentas que pueden ser de difícil digestión. Está narrada como un western, la caza del hombre por un grupo de franceses sanguinarios y especialmente brutales. Recuerda, en su planteamiento global, al Patriota de Gibson.
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Al final queda un buen sabor de boca al ver como el bien vence al mal, esencia de las historias simples y moralmente aceptables. Me gustaron, si me lo permiten, las escenas en las que Bruc, que así llaman al protagonista, reza ante la Moreneta de Montserrat. También hace un guiño antiliberal en la escena en que el Capitán francés dice, mientras ensarta en su espada a un monje de Montserrat, "Dios no existe para la revolución", lo que añade a la cinta rigor histórico sobre aquella guerra desigual. Además se disfruta viendo cómo un héroe español, catalán para mayor españolidad, vence con furia e ingenio al invasor francés, despiadado y cruel.
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Con seguridad, esta película no se estrenará en París. Ellos no la entenderían.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me dicen desde Intereconomía que la película ha sido un fiasco. La gente no la ha entendido y ya se ha caido de cartelera. Así son las cosas, si llega a ser un heroe americano en el Alamo seguro que triunfa,...

Abu Saif al-Andalusi dijo...

Vi la película esta semana en una sala en la que sólo estábamos seis personas... toda mi familia y nadie más, por lo que parece que así es.
Una pena.