La casa de papel de Alex Pina

Alex Pina, licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra, es un productor de televisión, escritor, creador de series, guionista y director de cine navarro, que comenzó su trayectoria profesional como periodista en prensa escrita y posteriormente en la Agencia Europa Press. Conocido por sus trabajos en ficción como La Casa de Papel, Vis a Vis, Los hombres de Paco, El barco o Los Serrano, o guionista del programa Caiga quien Caiga. Es fundador de la productora audiovisual Vancouver Media.

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La serie La casa de papel acaba de comenzar su tercera entrega y se anuncia ya la cuarta. Yo, que no soy aficionado a la televisión y menos aún a las series, reconozco que me dejé llevar por mi familia y vi hace unos meses las dos primeras entregas. Reconozco que la serie es efectista, es española y contiene muchos aspectos propios que, sin que sea cañí, la hacen más atractiva al público autóctono son que deje de ser un éxito rotundo en muchos otros países donde ha triunfado, en especial en Sudamérica, pero no sólo.

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Dotada de una inusual fuerza visual, con frecuentes flashbacks y una estética que nos resulta ya reconocibles, sus monos rojos y sus máscaras, al modo de las de Anonymous, pero de Dalí, son ya parte de un imaginario, siquiera fugaz, de los adeptos y de los que no lo son tanto a esta serie.

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Lo original y rebuscado de su trama y los perfiles bien definidos de sus personajes aportan giros sorprendentes que confiere a su guión un plus de interés y atractivo. Si bien contiene un número elevado de incongruencias y despropósitos para que la Policía y el CNI sean siempre engañados.

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No se puede negar que algunos de los personajes adoptan posturas extrañas y discutibles, con giros copernicanos, como la Jefa de Policía que, por amor o por lo que sea, se une a la banda de atracadores tirándolo todo por la borda…

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Pero esta serie junto a sus ciertas virtudes visuales y argumentales y cinematográficas contiene un veneno, casi imperceptible, de cierto peligro y que puede, sea buscado o no, transformar determinadas posiciones de la sociedad ante los hechos relatados. Los buenos y los malos se confunden. Los policías torpes torturadores y corruptos se enfrentan a un simpático grupo de amigos que deciden cometer robos sonados y, encima que reparten dinero hacen frente a un sistema político y económico terrible…

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En la tercera serie aparecen manifestaciones multitudinarias de “gente de la calle” que se oponen a la Policía, al Ejército, al CNI…. al Poder y prestan su apoyo incondicional a una banda de asaltantes de bancos, incluso gente de campo que les reconoce les ayuda y oculta.

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Y yo me pregunto ¿verdaderamente el pueblo español es, en masa, tan mezquino y estúpido como aparece en pantalla?

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¿O lo va a acabar siendo a fuerza de ver la mejor serie antisistema del mundo y oír canciones comunistas (Bella, ciao) en una gran operación agit-prop de Netfilx o de quien sea...?