El hecho de que conozca al Coronel Auditor Joaquín Ruiz Diez del Corral desde hace veinte años, que tengamos un surrealista y absolutamente tangencial parentesco, que tengamos aficiones comunes, amigos comunes y que nos hayamos tomado varios gin tonics juntos no hace que este texto que lees, atrevido lector, sea interesado, escorado o tendencioso. De hecho dudé bastante en leer este libro hasta que fui a su presentación en la Real Gran Peña hace unos días. Editado soberbiamente con una magnifica encuadernación por Actas, este volumen de cerca de 300 páginas es la superación de una colección de cinco artículos publicados hace años en la Revista general de Marina, plagado ahora de referencias bibliográficas y de una información de contexto político e histórico que conforman una obra necesaria no sólo para conocer la marina de Vichy, ni para conocer la Francia de Vichy sino, incluso, para entender a Francia misma en su realidad actual.
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La Marina de Vichy es un retrato vivaz, real y heroico de una Marina que lucho denodadamente para nada, o para casi nada. Tuvo la triste fortuna de ser enemiga a un tiempo de los grandes contendientes de la II Guerra Mundial tanto en Europa, como en América y Asia y entabló combate contra todos ellos. Personajes singulares presas de sus sistemas políticos, de intrigas en la sombra ya sean de la alta política internacional o de las pequeñas miserias bajo las toldillas, protagonizan esta historia.
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La lectura de este libro, magníficamente escrito, me abrió los ojos a una época mentida, manoseada, reescrita mil veces y todas mal para dibujar a un malvado Mariscal Petain y a un De Gaulle salvador de Francia, cuando nada de esto es cierto. Al final uno se queda pensando en cómo la estúpida Inglaterra, haciendo bandera de sus errores y traiciones pasa a la historia escribiéndola disfrazada de lo nunca fue.
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