martes, 16 de enero de 2018

La maldición del escorpión de jade de Woody Allen

Woody Allen ha aparecido por aquí ya muchas veces. Ahora que aparece como sospechoso de acoso o abusos a alguien de su familia adquiere máxima notoriedad y actualidad sin que ello reduzca o aumente para nada su calidad cinematográfica. Esta que aparece hoy es una película estrenada en 2001 y que tuvo, como otras de esa época, como protagonista al propio Allen, a quien acompañan otros actores de la talla de la explosiva Charlize Theron o de Helen Hunt.
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La maldición del escorpión de jade sitúa la acción en los Estados Unidos de los años cuarenta del pasado siglo. C. W. Briggs, considerado el mejor investigador de una compañía de seguros de Nueva York, se lleva muy mal con la recién contratada Betty Ann Fitzgerald, una agresiva ejecutiva que ha llegado a la empresa para optimizar los procedimientos de trabajo y los recursos de la compañía y que, además, está liada con el jefe. Para celebrar un cumpleaños, los empleados de la empresa acuden a ver un espectáculo de magia, en el que C. W. y Betty Ann se someten a una sesión de hipnosis. A partir de ese momento, se producen unos misteriosos robos que traen de cabeza a la agencia de seguros y que C. W. Briggs deberá resolver.
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Clásica comedia de enredo con diálogos desternillantes y, por momentos, geniales, en las que Woody Allen impera delante y detrás de la cámara durante hora y media de entretenimiento asegurado sin grandes pretensiones.

2 comentarios:

José Antonio Martínez Climent dijo...

Película que llevaba meses en la lista, sólo necesitaba el impulso de esta reseña. Estupenda, un sentido del humor que, quizá, no se repetirá nunca. Qué bien tallados los personajes, qué bien medida la historia, qué ajustados los diálogos. Otrosí, esos años de guerra son, en tantas cosas, un ejemplo que nuestro tiempo se empeña en desoir, concentrado en sí mismo, con sus ambiciones de refundación sobre... tan poco basamento.

Se agradece la recomendación. Desde anoche voy con una sonrisa.
Jose A.

Abu Saif al-Andalusi dijo...

Pues me alegro Mucho.
Un saludo desde la garita.
Abu