En vísperas de la tragedia

Ando inquieto, leyendo opiniones aquí y allá, repasando la actualidad con detalle y sin perder el pulso de lo que pasa. Releo pasajes de la historia reciente, desde la Guerras de carlistas hasta ayer mismo intentando encontrar antecedentes y claves que desvelen el futuro o que permitan vislumbrar, siquiera esquemáticamente, el futuro próximo de España, incluida Cataluña. Y llego a muy pocas conclusiones y sé que las dudas sobre el futuro se despejarán en la mera anécdota de un instante, en el error garrafal de unos u otros, más allá de los cometidos hasta la fecha y de las ilegalidades perpetradas por el Gobierno autónomo de Cataluña, con Puigdemont a la cabeza. Llegado a este punto sólo puedo contar mis percepciones deshilvanadas y unas conclusiones. Son estas:

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- Parece mentira que nos hayamos olvidado donde comenzó este problema. Y fue ahí, cuando este indocumentado irresponsable nos vendió a todos y a su propio partido.

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- La Generalitat de Cataluña ha llevado a cabo desde hace décadas movimientos imperceptibles al ojo humano que han hecho posible esta situación. Pero también, todos los movimientos han sido cesiones culpables del Gobierno de Madrid, desde 1996 por lo menos.

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- Determinadas corrientes de izquierdas en España (CUP, Podemos) banalizan la violencia y han jugado de forma irresponsable con ella dándole carta de naturaleza política, llegando a codearse con terroristas.
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- Olvidamos que a Puigdemosnt no lo eligió nadie como presidente de la Generalitat. Era el tercero de la lista por Gerona. Fue impuesto por la CUP como candidato aceptable para echar a Arturo Mas. No olvidemos estos días que en la Plaza de Sant Jaume hay un rehén de un grupo anarquista minoritario y violento.

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- La burguesía más mimada por el Estado y el sistema, la sociedad con mayor poder adquisitivo del sur de Europa y su partido hegemónico, CiU, ahora PDCat, se ha echado en manos de grupos anarquistas y de la izquierda más radical y violenta. Recuerdan mucho a los mencheviques rusos de 1917.
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- El Gobierno de Rajoy, sus asesores y otros elementos con capacidad de influencia y decisión tienen una visión jurídica del Estado y por eso aplican a los problemas soluciones judiciales, que pueden no ser útiles ni eficaces.

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- El actual Gobierno parece pensar que se puede apaciguar el conflicto, en este punto en que estamos, con declaraciones políticas de firmeza y nada más, rebajando el enfado y la contestación unánime del pueblo español y el silenciado de una gran parte, desde luego no una minoría, del pueblo de Cataluña.

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- Finalmente, y me reservo mi opinión más importante para el 2 de octubre, dando un (ingenuo) margen de confianza a los diversos actores en disputa, creo que estamos en vísperas de una tragedia, de una hora trágica de España a la que nos han llevado la inacción y la pasividad pusilánime de nuestros gobernantes. Las fronteras de España cambiaron muchas veces, pero siempre hubo sangre de por medio. Me temo que ahora no va a ser diferente.