Por defenderte juré morir, si fuera necesario.
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Lo hice hace muchos años, de forma consciente, responsable y apasionada. Y lo juré pasara lo que pasara y en cualquier circunstancia política, económica o social, porque España no admite apellidos, ni coyunturas, ni comentarios necios, ni visiones de soslayo, hemipléjicas o partidistas.
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Nos podrá gustar más o menos, podemos soñar con una Patria diferente, podemos ocultar glorias y ensalzar errores, o viceversa, pero eso no cambia nada. Absolutamente nada.
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Felicidades a todos los españoles que se sientan como tales, de hecho o de derecho, por nacimiento o por sentimiento.
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