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Es una historia construida sobre la vida de una familia de clase media americana, católica, seguramente de origen irlandés, que viven en Waco, Texas, la ciudad natal de Malick, a la que la muerte de un hijo hace plantearse muchas cosas. Cosas importantes, que duelen y que escarban el lo profundo del alma.
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La vi ayer, de estreno, y me sorprendió ver que la sala estaba sólo a la mitad. Me sorprendió aún más que a mitad de película una gran cantidad de gente se fuera. Indudablemente son personas que no sabían a lo que iban, quizás ni habían leído una simple crítica de la película y pensaban que iban a que le contaran una historia, la historia de otro, una historia que te ayude a olvidar tus propias miserias humanas. Pero Malick, con su película, te cuenta tu propia historia y lo hace de una forma tan directa y a la vez bella, que pocos lo soportan por que se ven allí en pantalla, crudamente, y huyen ante la Verdad. Nada nuevo. Por eso, imagino que esta inmensa película, durará en cartel muy poco tiempo, así que vayan a verla antes de que "el sistema" la retire.
3 comentarios:
Este sábado he visto la película. Sólo dos cosas: la primera es que creo que le sobran 20-30 minutos a la cinta, sobre todo en su segundo tercio, que peca de reiterativo; la segunda, es que me dejó estupefacto, en el mejor sentido del término: una película que habla de las personas, del dolor pero también de la felicidad, del sufrimiento tanto como de la esperanza, de los errores, de ilusiones frustradas, de la entereza y de la debilidad de los padres, de la soberbia y de la búsqueda de solidez en los hijos...
En el cine apenas éramos una veintena de personas, varios se fueron a mitad de la película, después de molestar a los demás de manera reiterada con burlas y con risas. Seguramente será un fracaso de taquilla visto el nivel cultural (y moral) medio de este país dejado de la mano de Dios.
No hace falta ser católico o persona con convicciones religiosas para verla y disfrutarla (un matrimonio amigo mío, ateos convencidos, la valoran positivamente) pero sí que hay que tener sensibilidad espiritual y una menta abierta, cosa cada vez más escasa en este pudridero de sociedad que tenemos.
Pedro
¡Qué razón tienes Pedro! La película se puede hacer un poco larga al final y en la recreación de la Creación, valga la redundancia.
Pero no es para todos lo públicos, y no por edad, precisamente.
Un abrazo
Abu
Una película inolvidable! Essencial e imperfecta, como la vida misma.
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