lunes, 7 de septiembre de 2009

Les confieso que no lo entiendo

No sé si acuerdan ustedes de aquel Congreso del PSOE, en los años 80,s. en el que Felipe González mandó un mensaje claro a los militantes y dirigentes del partido con una frase que se quedó grabada en la memoria de los españoles y en la mia de adolescente. Aquel mensaje decía «Hay que ser socialista antes que marxista». Les confieso que entonces no lo entendí.
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Aquel mensaje sonó como aire fresco en una España convaleciente de una Transición que cerró heridas y resolvió problemas centenarios, o eso creíamos entonces. Fue en vísperas de la caida del muro de Berlín, cuando millones de bienpensantes y también algunos asesinos hubieron de mudar de discurso en cuanto se despejó la nube de polvo berlinesa, y checa, y polaca... Fue durante la deriva marxista de Mitterand que hundió por dos décadas la moral social y la economía francesa. Parecía que una promesa llegaba de donde no suelen venir. Les confieso que entonces tampoco lo entendí.
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Hoy el diario El Mundo, que ni leo ni me gusta, se despacha en portada con una foto realmente simbólica. A los tres día de que en RNE Radio 1, el que fuera último Secretario de Estado de Economía en un Gobierno González, criticara las medidas del Gobierno para paliar la crisis calificándolas de «sindicalistas», cuando parece que lo sensato no es incrementar el déficit público que afectará a las generaciones venideras (y que no votarán mañana), la cúpula del partido gobernante, incluidas las dos jóvenes más radicales, inexpertas e insensatas que están a los mandos de este viejo y destartalado carromato llamado España, saludan con un puño amenazante y arropan al Presidente del Gobierno mientras cantan el que fuera Himno Nacional de la Unión Soviética. Les confieso que ahora tampoco lo entiendo.

2 comentarios:

Jorge Aspizua Turrión dijo...

Abu:

Acaso los entiendas si le echas un vistazo a un manual sobre psicología del jóven-jóvena que siente como traición el fin de la infancia.

Jorge

Abu Saif al-Andalusi dijo...

Puede tener profundas raices psicológicas, pero no dice nada a favor de los/las interfectos/as en cuastión.
Gracias
Abu