Malena de Giuseppe Tornatore

El siciliano Giuseppe Tornatore, director de cine aclamado por su Cinema Paradiso, que mereció un Oscar, un BAFTA y un Globo de Oro en 1990, ha dirigido otras obras, con la Italia rural siempre como escenario, principalmente Sicilia, y con los arquetipos italianos como persnajes. En el año 2000 dirigió una obra que podríamos calificar como menor, que lleva por título Malena. Y la considero menor a pesar de haber sido nominada a dos Oscar, mejor fotografía y mejor banda sonora, de Ennio Morricone, por supuesto, a dos Globos de Oro y a un BAFTA, aunque no obtuviera ninguno. Y creo que es menor, frente a otras del mismo autor, porque, aunque es una buena película se en exceso en el personaje femenino, recreándose en la indudable belleza de su protagonista Malena, interpretada por una Monica Bellucci que está, verdaderamente, como un tren.

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Malena es la belleza más encantadora e irresistible de Castelcuto, un pequeño pueblo de la costa siciliana. Acaba de llegar al pueblo y, estando su marido en la guerra, cada paseo que da se convierte en un espectáculo que va acompañado de las lujuriosas miradas de los hombres y de los resentidos cotilleos de sus envidiosas esposas. Un grupo de adolescentes la sigue allí donde vaya, con la única intención de observar su exquisita y singular belleza. Pero entre ellos, Renato, un chico de trece años con mucha imaginación, lleva su deseo a unos límites de obsesiva fantasía. Malena es la historia paralela de un adolescente que descubre nuevas sensaciones, digamoslo así, y la de una mujer que, en la Sicilia de los años 1940, sufre a causa de su belleza y de sus trágicas circunstancias

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Malena es una crítica social a la Sicilia oscuratista, envidiosa y, a pesar de todo, alegre. Es una exploración a los sentimientos sensuales de un adolescente y finalmente un canto a la belleza femenina. Una parábola sobre la envidia, la calumnia, la hipocresía y la intolerancia que se ve con agrado.