La caida de Osama ben Laden y sus consecuencias

Una unidad especial de las Fuerzas Armadas norteamericanas han abatido en el asalto a su escondite en Abbotabad, en el norte de Pakistán, a Osama ben Laden. Fue al parecer una operación limpia e incruenta para la parte asaltante que dio muerte al líder de Al Qaeda y a alguno de sus más cercanos colaboradores y familiares. Todavía la información es confusa en algunos puntos, por ejemplo, es poco creíble que el cadáver haya sido arrojado al mar y menos aún que sea así para cumplir con una tradición islámica, inexistente en este sentido.
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Nunca sabremos, por motivos lógicos, la verdad de cómo se llegó hasta su escondite, pero debemos esperar para conocer los detalles del desenlace y del paradero de su cadáver. Más aún para conocer las consecuencias en la Yihad internacional y en el mundo árabe ahora convulso.
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No puedo alegrarme de la muerte de un ser humano, pero tampoco derramaré lágrimas por la desapacición de este asesino en serie que causó tanto sufrimiento en muchos paises del mundo, incluida España, mediante el asesinato de personas inocentes haciendo una interpretación herética del islam. El 11-S fue el más famoso y devastador atentado, pero no el único causado por este pequeño grupo llamado Al Qaeda y por sus muchas franquicias en todo el mundo musulmán. Pero no olvidemos nunca que, aunque ben Laden declaró la guerra, en 1998, a los "cruzados", sus principales objetivos y el mayor número de víctimas que ha producido son musulmanes, desde Argelia hasta Filipinas; desde Nigeria hasta Chechenia.
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Podríamos pensar que con la caida del líder de Al Qaeda ya todo está resuelto o que el terrorismo islamista ha comenzado su declive. Sería un error pensar que eso es así. La muerte de ben Laden tiene el potencial de enrarecer enormemente la situación de varias formas:
- Creando un mito que sumar en la cima del ideario martiriológico musulmán y atrayendo más combatientes a la Yihad internacional. En este sentido acciones de venganza en Pakistán, Afganistán o en cualquier otro lugar del mundo, sobre todo en países musulmanes, es incluso más probable que ayer.
- Es probable un mayor recrudecimiento, si cabe, en los combates en Afganistán de la mano del suegro de Osama ben Laden y líder talibán, el Mullah Omar.
- Su vacío puede provocar fisuras en Al Qaeda y generar más muerte y sufrimiento desde estructuras incluso más difusas e inaprehensibles para los servicios de seguridad e inteligencia occidentales.
- Puede causar más problemas en las relaciones entre los EEUU y Occidente y el gobierno de Pakistán, implicado directamente en la guerra de Afganistán a través del apoyo que su servicio de inteligencia, el todopoderoso ISID, presta a los talibán y a Al Qaeda.
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Estemos atentos y no nos dejemos engañar por los cantos de sirena de los que quieren, por desconocimiento y maldad, erróneamente, "derrotar al Islam" y por los que quieren también equivocadamente "derrotar a Occidente", a veces incluso desde dentro.