Cuadro surrealista
De vez en cuando apartaba la mirada del libro para ver como los árboles se entretenían corriendo hacia atrás. Lo hacían a tal velocidad que apenas se percibían sus formas verticales, alargadas.
El rio, en cambio, con su lento caminar otoñal, discurría paralelo a la vía por lo que mantenía dignamente su forma ante mi mirada.
Presentaba el conjunto un aspecto casi surrealista, como un cuadro sobre un fondo azul grisáceo, tristón, que aumentaba al oírse al fondo un lento Vals de Sibelius.
Volví a la realidad cuando una voz amable me dijo: “Su billete, por favor”.
4 comentarios:
La foto es preciosa Luis. La has hecho tu?
No, no es mia. Fue una pesca en la web
As viagens de comboio permitem-nos experimentar vivências de tempo e de distância à margem da realidade.Ao contrário do avião,cria em nós hiatos preciosos que escapam à contagem do tempo real.
É assim. Os comboios nos leva devagar pelos campos e nos fundem com a paisagem, os aviões, entanto, são uma rápida maneira de viajar mas afastado da realidade, da natureza e das coisas que merecem a pena olhar sempre como as lindas flores do campo.
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