Les confieso que cada vez recibo las campanadas de fin de año con menos respeto, con insolencia incluso. En parte por que es una fiesta pagana que se nos ha colado en medio de la Navidad hispana que se nos acaba el 6 de enero. El fin de año, o el año nuevo, es una fiesta en la que nada se celebra, quizás, el que un mes y además, un año han terminado, pero la cronología o el simple paso del tiempo no es en si mismo un motivo de celebración, salvo que lo hagamos de forma cotidiana todos los días de nuestra existencia con agradecimiento a Quien nos permite disfrutar de este mundo. Pero ni ayer ni hoy son diferentes a anteayer ni, esperemos, a pasadomañana.
.
Hoy, por ejemplo es el aniversario de la muerte en combate de Pedro de Valdivia, conquistador de Chile, o del General Millán Astray, fundador de la Legión. Podrían ser buenos motivos para convertir el 1 de enero en día para homenajear a estos hombres de las armas de la Hispanidad, pero me temo que no va a tener mucho éxito mi propuesta.
.
Además hoy es ocasión del comienzo de varias circunstancias que van a tener a España como centro de atención. Hoy comienza el que será, según algunos expertos, el peor año de la crisis económica mundial, pero no encuentro motivos de celebración salvo que el tocar fondo nos asegura que ha terminado la caida... Comienza hoy también la presidencia española de la Unión Europea ocasión que se me antoja ajena a todo festejo dada su vacuidad y falta de propuestas reales y factibles aparte, claro está, de discursos, posturas, ripios sonrojantes, gastos y fastos, nada nos va a solucionar en nuestro futuro, nada por tanto que celebrar tampoco en esto.
.
Pero hoy se da también una circunstancia que situa a España en el centro no sólo de Europa sino de toda la Cristriandad ya que comienza el Año Santo Jacobeo y esto sí que es motivo de celebración. Una celebración que durará todo un año y que llenará nuestros campos y caminos de peregrinos que desean abrazar al Apostol en tierras gallegas, en ese Finis Terrae de la Europa Cristiana que ha sido paradójicamente tantas veces el comienzo de una nueva vida. Una fiesta en la que el polvo del camino se mezcla con el sudor del esfuerzo, un festejo de ampollas en los pies y madrugadas llovidas. Una verdadera fiesta, en fin, de Hombres Libres.
.
.
Feliz Año Santo Compostelano. Nos vemos en el Camino.
3 comentarios:
Que tengas un feliz 2010
Mucha gracias. Lo mismo para ti y los tuyos.
Abu
Feliz Jacobeo !. Europa fiel a sus raíces!
http://www.youtube.com/watch?v=ceVP1nu_1NA
Publicar un comentario