Omar al-Bashir, criminal de guerra

Según todos los indicios, mañana, 4 de marzo de 2009, el juez argentino Luis Moreno-Ocampo, Fiscal General de la Corte Penal Internacional (ICC o International Criminal Court) va a hacer públicos los cargos contra el Presidente de Sudán, Omar Hassan Ahmad al-Bashir por genocidio, crímens de guerra y crímenes contra la humanidad debido a las acciones llevadas a cabo por las Fuerzas Armadas sudanesas y las milicias árabe Janyawid, contra la población no árabe, es decir negra sobre todo de las tribus Fur y Zagawa, en Darfur.

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La importancia de este hecho penal es enorme por varios motivos:

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-Va a ser la primera vez que un jefe de estado en ejercicio sea acusado por un tribunal internacional.

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- Se pone de manifiesto oficialmente, y al margen de airadas e inútiles declaraciones, lo que pasa en Darfur, acontecimientos de los que somos conscientes sólo cuando un periodista le da por informar sobre ello.

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- Por último, se va a poner a prueba, una vez más la voluntad de la Liga Árabe y de la Unión Africana de hacer valer su poder, siempre discutible, y romper una lanza por los que sufren. Las esperanzas en esto son escasas, por no decir nulas.

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Nos encontramos ante una guerra larga, tediosa, cruel en la que los árabes se enfrentan a los negros animistas por disputas territoriales sobre derecho de pasto y agua, en permanente declive en aquella zona. Para colmo, la implicación de la vecina Chad en los asuntos sudaneses no ayuda a la solución del conflicto. Conflicto en el que la religión no tiene nada que ver, pese a lo que se oiga y lea de pretendidos expertos.

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Pero como los problemas no viene solos, en el Sur de Sudán, continúa, aunque a un ritmo menos desde 2005, una de las más largas guerras africanas entre, una vez más arabes y negros animistas, esta vez, Dinka y Nubios. Los mayores pozos de petróleo que alimentan el desarrollo chino están justo en la disputada frontera y en la región de Kordofán, más al norte se han producido recientemente nuevos disturbios étnicos.

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La más que probable acusación contra Bashir va a producir graves problemas a las dos misiones de la ONU desplegadas en Sudán, UNAMID, en Darfur, y UNMIS, en el Sur de Sudán.

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De hecho las amenazas ya han comenzado, las embajadas occidentales han evacuado personal no imprescindible y algunas milicias apoyadas por el goberno, han comenzado a tomar posiciones en Darfur y en Jartum, la capital.

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Algunas ONGs han empezado a abandonar Sudán y las intimidaciones y asesinatos de occidentales son probables, eso sí, siempre serán "incontrolados" los culpables...