Elogio y necesidad del esfuerzo

El esfuerzo es la clave de la victoria. Sin el esfuerzo, primero individual, y después colectivo, cualquier empresa es vana. La sensación postrera tras alcanzar el objetivo perseguido es suficiente recompensa para el que quiera triunfar en cualquier lid.

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Tan sólo los acostumbrados a la molicie, las costumbres, generalmente bárbaras, que no requieren esfuerzo para obtener el premio, tan de moda hoy en día, degeneran los espíritus combativos y convierten a los hombres válidos en esclavos de sus propias hueras pasiones, arruinando su destino.

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Recordad. Nos preparamos para una larga campaña en la que el desprecio y la infamia serán las armas favoritas de nuestro cruel y perverso adversario. Sólo los corazones fuertes, las almas indómitas capaces de derretir el hielo sólo con su temple, sobrevivirán a este combate a muerte por la supremacía del espíritu sobre la materia. Al final, una luz resplandeciente nos anunciará la victoria.