Amberes, la española

Amberes es la capital del Flandes belga, casi fronteriza con Holanda, segunda ciudad de Bélgica, capital mundial del negocio de los diamantes y segundo puerto de Europa por la carga que pasa por sus muelles, centro de diseño y de moda, moderna, multiracial y cosmopolita, la ciudad ha sabido conservar el sabor antiguo y elegante de las cuidades con historias que contar.

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Además, es el centro donde los independentistas flamencos del ultraderechista Vlaams Belang, son más fuertes y desean deshacer ese país artificial que es Bélgica, en el que un norte flamenco, rico, bien educado en neerlandés, y con un potencial de desarrollo enorme se opone a pertenecer a una Bélgica gobernada por un Rey que pertenece a la minoría valona pobre, con un sistema educativo francófono ineficaz y con un desempleo enorme, señas todas ellas de que Bélgica no funciona como nación... sencillamente por que no lo es y por que se rige por un sistema que favorece la desunión, por ejemplo, ¿en qué habla un belga de Amberes con uno de Namur, por ejemplo? Pues en inglés, ya que ninguno conoce el idioma del otro... La reciente "condena" del Parlamento belga a las declaraciones del Papa en Camerún sobre el SIDA son, quizás, una muestra de hasta donde puede llegar el ridículo internacional de un pais sin norte y que tanto tiene que callar sobre su "gesta africana"... ¿Y si usáramos todo esto en España como espejo?

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Pero Amberes fue además el centro neurálgico, económico, político y militar de la presencia española en Flandes, donde se desangró nuestro Impero en defensa de la Fe.

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En la fachada del Ayuntamiento de Amberes, (Antwerpen en flamenco o Anvers en francés) se muestra orgulloso el escudo español que ven en la foto como testigo de la gloria de un Imperio que fue, y también se me antoja, como recordatorio de los efectos de no mantener la unidad entre las gentes que vivimos bajo un mismo pabellón, al menos en lo esencial: distribución de riqueza, y empleo del idioma. ¿Es mucho pedir?