Afganistán y la confusión permanente del Gobierno

Desde hace algunos meses se ha hecho evidente la renacida campaña talibán en Afganistán que muestra la ineficacia y escasez del despliegue aliado en Asia Central. La voces aliadas reclamando un nuevo planteamiento estratégico en la campaña afgana de ISAF, bajo el mando de la OTAN parece que han sido escuchadas en los EEUU que han planteado, con la aprobación e impulso del Presidente Obama, una nueva estrategia regional, la "estrategia AfPak", que implica a los actores regionales capaces de influir en la estabilidad y gobernabilidad de Afganistán, principalmente Pakistán, pero también India e Irán.

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Para la puesta en práctica de esta nueva estrategia que se presenta hoy en la cumbre de la OTAN que celebra además su 60º cumpleaños, implica un aumento de la contribución de fuerzas desplegadas de forma permanente y además, el despliegue temporal, durante cuatro meses, de batallones de refuerzo con motivo de las elecciones presidenciales de agosto. Además de esta presencia permanente de ISAF y de la temporal de apoyo a las elecciones, se pretende incrementar la presencia de los equipos de instrucción del ejército afgano, los llamados OMLT, que se integran en las unidades afganas en su instrucción diaria, pero también en sus acciones de combate que son permanentes.

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Ante el esfuerzo aliado, el Gobierno de España ha vuelto a mostrar su descoordinación y poca fiabilidad ante los aliados muestra de una triste falta de liderazgo y de una indefinición de los intereses y de la política concreta española en Afganistán. Se muestra prisionero de estúpidos reflejos electorales e ideológicos, que hacen de España un pais cada vez menos fiable de cara a nuestros aliados, tras el esperpento de Kosovo.

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Tras meses de declaraciones del Presidente del Gobierno señalando que no se iba a incrementar la presencia de fuerzas en Afganistán, se produjo una filtración desde Asuntos Exteriores diciendo que de enviarían 2000 soldados más. A las pocas horas la Ministra de Defensa dejó entrever que se alcanzaría una cifra cercana a 1000, incluyendo los 780 ya desplegados. Poco después, la Vicepresidenta del Gobierno dijo que serían sólo 12, declaración desmentida al poco por el titular de Exteriores...

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Este despliegue de ineficacia cómica que estaría bien para un espectáculo de varietés, no deja de poner en evidencia la tremenda despreocupación, indigencia intelectual y descoordinación interna del ejecutivo que muestra sin filtros y a las claras su manifiesta incapacidad para gestionar la política de estado cuando se enfrenta, sin la capa de demagogia habitual a los retos del momento.

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Esto será motivo de críticas de la oposición, de análisis, sesudos o no, de los "analistas" de temas militares, y de editoriales explicativos en El País, ese que fue un serio periódico y que se ha convertido en órgano de desinformación del Gobierno. Poco importa ya que lo más trágico del caso es que tras este demencial despliegue de ineficacia, se encuentran las vidas de soldados españoles, que van a ser enviados, en una cantidad que varía entre 2000 y 12, a una guerra sin los medios de protección prometidos hace casi dos años.

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Los ejércitos de España irán, por supuesto, a donde sus gobernantes les mande, pero sepan, Señores del Gobierno, desde ahora, que el riesgo es grande, que la protección es poca y que la responsabilidad, que tanto rehusan, es suya.