sábado, 26 de julio de 2008

Ria de Arosa. Sinfonía en gris

Es la Ria de Arosa, el mar que me vio nacer. Un lugar que suelo valorar poco por ser un paisaje familiar, casi habitual, y por haberlo disfrutado sin apreciar su verdadero valor durante mucho tiempo.
.
Ahora, con los años, y viendo en perspectiva mi infancia, mi juventud, mi familia, mis amistades, aparece todo dibujado de otra forma, con colores nuevos. Todo ello configura mi particular intrahistoria y este paisaje apacible y solemne, se apodera de mi pupila trasformándolo en un resumen de mi vida. Las tardes lánguidas, en tonos grises, se hacen dueñas de mi nostalgia y me rejuvenecen recordándome tiempos pasados, no necesariamente más felices, pero sí distintos.
.
El Mar de Arosa sigue ahí para recordarme cada año quien soy y quien fui y a él vuelvo para renacer y para embriagarme con la sinfonía de grises de cada anochecer.

No hay comentarios: