Mi párroco me habló de este libro hace tiempo sobre una persona que él conocía personalmente y que le impactó. Victoria Luque recopiló las declaraciones y testimonios de los familiares y amigos y otras personas que conocieron a Elena Romera, protagonista de esta impactante y excepcional historia y les dio forma en este libro que lleva como título Yo soy para mi amado y que fue editado recientemente por Bendita María.
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Elena Romera era una joven de Caravaca de la Cruz, Murcia, que murió en 2011 por un cáncer que cambió su vida. Elena era una triunfadora en el sentido más material de la palabra: buena estudiante, guapa, simpática, buena estudiante. Nació en el seno de una familia cristiana del Camino Neocatecumenal, pero pasó una adolescencia disipada por los afectos del mundo, separada de la Iglesia y llevando una vida que la vaciaba poco a poco.
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Su cáncer llegó para salvarla y se produjo en ella una conversión profunda, ejemplo de alegría, de aceptación de la voluntad de Dios y de ejemplo para hacer llegar el Evangelio, la Verdad y la alegría de vivir, incluso en el sufrimiento, a todos quienes la quisieron escuchar.
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Elena está en el Cielo y su particular camino nos lo cuentan en este libro singular, conmovedor y muy recomendable.
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Su cáncer llegó para salvarla y se produjo en ella una conversión profunda, ejemplo de alegría, de aceptación de la voluntad de Dios y de ejemplo para hacer llegar el Evangelio, la Verdad y la alegría de vivir, incluso en el sufrimiento, a todos quienes la quisieron escuchar.
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Elena está en el Cielo y su particular camino nos lo cuentan en este libro singular, conmovedor y muy recomendable.
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