lunes, 12 de julio de 2010

Elegancia, pasión y furia.

Ayer medio mundo (el otro medio no tiene aún acceso a la electricidad) vió en directo un partido de fútbol al final del cual, España se hizo con el Campeonato del Mundo de fútbol, un título que se mostraba esquivo desde hace más de 80 años. La alegría desbordó las calles en España y de gran parte del mundo, incluido, por supuesto, toda la Hispanidad, y gran parte de África, como los anfitriones sudafricanos que veían en los holandeses, con razón, a los padres del apartheid, de los boers y de la lengua afrikaneer. Pero esa es otra historia, una triste y sucia historia que no tiene aquí su hueco.
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Holanda es un triste país gris, donde la prostitución es un reclamo turístico, el consumo legal de drogas, un hecho diferencial y la eutanasia y el aborto, un deporte. En fin, un país sin alma. Y los paises sin alma carecen de pasión, son mecánicos, calculadores, oscuros calvinistas que cifran el éxito en florines, alérgicos al caos pasional que humaniza la vida.
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Y eso. claro está trasciende a todos los órdenes de la vida. También al deporte. Ayer Holanda jugó un partido sucio, duro, sin brillo y sin alma. Sólo la técnica mecánica y sin alegría de un par les dió oportunidades de éxito que fracasaron mientras la violencia, escandalosa a veces, y ajena al espíritu deportivo encontraba su mejor aliado en un inglés que no sabemos qué buscaba, pero encontró la indignidad profesional. La actuación del inglés tiene también su lectura histórica pero no viene al caso ahora.
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Frente a esta marea de patadas sin alma, el equipo español opuso aquellas virtudes que vienen de la casta española. Furia y pasión para no caer en el desaliento, continuando la lucha y elegancia para jugar con templanza y finura y para no perder la calma ni la compostura frente a los infieles bárbaros del norte.
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Un puñado de caballeros españoles guiados por la clase de Vicente Del Bosque, ese caballero de Salamanca, hicieron que la elegancia, la furia y la pasión vencieran, y con ellos toda una nación, Patria eterna de la Hispanidad, a la oscura, fria, gris y mecánica impostura de un país sin alma. Laus Deo.

4 comentarios:

Gonzalo GY dijo...

Después de hacer la ola al triunfo, voy a hacerla a esta entrada.

¡Ooooooooooeeeeeeeeeeeeeeeee!

sorel dijo...

Lo de que Holanda es un pais triste y gris imagino que es una apreciacion personal si mas fundamento que la interpretacion reduccionista, sesgada y catolica de algunas de sus leyes.

En Holanda la prostitucion es una profesion como cualquier otra, regulada y sometida a control sanitario, fiscal, etc.

Tal vez sea mejor el sistema español. Donde las mafias controlan el negocio, al igual que el del hachis, imponiendo su ley. Con todo lo que eso conlleva y que no considero necesario describir.

Desconozco las estadiscticas pero sospecho que el procentaje de porreros y puteros en España es sensiblemente mayor al de Holanda.

Denigrar al rival, o este caso a todo un pais, para ensalzar una merecida victoria no es precisamente una actitud caballerosa. Fijate en la actitud de los futbolistas a los que alabas, una vez finalizado el partido no han dicho ni una sola mala palabra acerca del equipo holandes.

Abu Saif al-Andalusi dijo...

Sorel, la apreciación de Holanda es personal tras haber visitado el país varias veces.
Yo no hablaba de fútbol, sino de cómo la historia y lo que de ello se deriva configura algunos rasgos de la sociedad. Por eso critico, y alabo el que nuestros jugadores se abstuvieran de hacerlo, a los holandeses en general.
Tampoco hablo de leyes ni de estadísticas cuando cito la prosticución, la eutanasia (con casos conocidos de familiares que se han desecho de sus mayores y de ancianos que han cambiado de residencia) o del aborto, ya que estos casos demuestran cual es el respeto a la dignidad humana en los Paises Bajos.
Todo esto tiene su reflejo en los compportamientos sociales colectivos.
Y te aseguro que prefiero la visión católica del mundo, con todos sus puntos oscuros cuando se ponen en práctica, frente a la ultraliberal, mecánica y gris de los calvinistas del norte, que les llevan a pensar que un puñado de florines vale más que una vida humana. Sólo es eso.
Gracias por tu opinión que por ser discrepante es mejor recibida que las demás.
Abu

Enrique Pascual dijo...

Yo ya te sigo, simplemente espectacular, me has dejado sin palabras y me encanta tu blog, un abrazo y espero que tambien me sigas a mi. Quico