Mark Huband es un periodista británico que decidió plasmar en un libro sus experiencias como corresponsal en Africa durante doce años para diversos periódicos ingleses como The Times o The Guardian, entre otros. El libro, publicado originalmente en el año 2001 en los EEUU con el título The skull beneath the skin (el cráneo bajo la piel), vio las galeradas hispanas en 2004 de la mano de la editorial Paidós Ibérica, con un título más explicativo que el original: Africa después de la Guerra Fria, llevando además el clarificador subtítulo "La promesa rota de un continente".
.
La lectura resulta interesante, a pesar de ser un libro de estilo periodístico, es decir que nos cuenta lo que ve y oye y las interesantes entrevistas que hace sin pararse en exceso a hacer un análisis sobre las raices y los desencadenantes de cada una de las crisis de las que fue protagonista en los años 1990s, a saber, la batalla de Mogadiscio y derrota de los EEUU y la ONU en Somalia, el primer genocidio de Ruanda, la guerra civil de Liberia, la caida de Mobutu en Zaire, el final de la guerra de Angola, la guerra civil de Burundi, los bombardeos americanos de Sudán en 1998, los gobiernos militares en Nigeria o las elecciones cruentas de Kenia.
La lectura resulta interesante, a pesar de ser un libro de estilo periodístico, es decir que nos cuenta lo que ve y oye y las interesantes entrevistas que hace sin pararse en exceso a hacer un análisis sobre las raices y los desencadenantes de cada una de las crisis de las que fue protagonista en los años 1990s, a saber, la batalla de Mogadiscio y derrota de los EEUU y la ONU en Somalia, el primer genocidio de Ruanda, la guerra civil de Liberia, la caida de Mobutu en Zaire, el final de la guerra de Angola, la guerra civil de Burundi, los bombardeos americanos de Sudán en 1998, los gobiernos militares en Nigeria o las elecciones cruentas de Kenia.
.
Como testimonio de protagonista directo de todos estos momentos, que llenaron de noticias, cierto que breves, nuestros diarios y aparecían en la TV de vez en cuando, tiene un valor extraordinario. Como análisis de los porqués, aunque haga algún intento, no consigue desentrañar las razones profundas de cada conflicto, todos ellos complejos y de naturaleza poliédrica y con raices seculares, acabando con la fácil solución de echar las culpas a las potencias coloniales, sobre todo Francia, y de los EEUU, que si bien tienen pecados africanos de sobra para sonrojarse, no son suficinetemente explicativos.
.
No obstante nos encontramos ante un documento de gran valor para quien quiera recordar lo que sucedió en aquellos convulsos años en conflictos aún sin cerrar, como el de Somalia, o ya resueltos, al menos aparentemente, como el de Ruanda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario