Natalia Sanmartin Fenollera, joven periodista gallega, acaba de ver publicada su primera novela por editorial Planeta, bajo el título de El despertar de la señorita Prim. Esta opera prima ha sido un verdadero éxito editorial y, sobre todo, un revulsivo hacia las mayoritarias e insufribles novelas políticamente correctas y exitosamente comerciales.
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Nos encontramos ante una fábula antimodernista, si se me permite, que transmite un mensaje de regreso a las esencias, frente a un progreso mal entendido, a las tradiciones frente a la modernidad, a la vida rural frente a la urbana, a la educación de calidad frente a "esto que tenemos", a la cultura clásica frente a la cultura digital, a las relaciones personales directas frente al facebook, a las cartas de papel enviadas por correo "ordinario" frente al email y el chat, a la delicadeza y la buena educación frente a la grosería imperante, al matrimonio "desigual" (lean el libro para saber de qué hablo) frente a las fracasadas "uniones" igualitarias de todo tipo, al trabajo como necesario medio de vida frente a la esclavitud del trabajo y, finalmente, una vida empapada de religiosidad frente al paganismo imperante.
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La autora se vale de Prudencia Prim, una joven culta y "moderna (pero un poco harta de modernidad)" que acepta el reto de trabajar en un lugar diferente en una casa donde el "hombre del sillón" educa a sus cuatro sobrinos en una pequeña localidad de montaña habitada por "exiliados de la confusión y agitación modernas" que, poco a poco, van cambiando, por puro convencimiento, la mentalidad de Prudencia que vence su inicial soberbia para admitir las bondades de la nueva vida, a través del enamoramiento de su jefe.
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La novela es muy agradable y se lee en un suspiro quedando con ganas de visitar ese lugar imaginario en que viven o intentar recrear, en la vida de cada uno un estilo de vida como el descrito en esta gran novela.
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