Un español en el Congo

Ayer el departamento de misiones de Paz de la ONU hizo público el nombramiento del nuevo Jefe Militar de la misión de la ONU en la República Democrática del Congo (MONUC), se trata del General de División español Don Vicente Diaz de Villegas y Herrería y así lo refleja la web de la misión. MONUC es la mayor misión de la ONU compuesta por más de 18.000 hombres, entre los que hay 4300 hindúes, 3500 pakistaníes, 1300 bangladeshíes, 1300 uruguayos o 1000 nepalíes, y entre los observadores militares, hay tan sólo dos oficiales españoles. El general Diaz de Villegas tiene un brillante historial militar. Ha dedicado muchos años a las Operaciones especiales, ha mandado el 4º Tercio de la Legión, la Brigada Aerotransportable y la Comandancia General de Melilla. Sabemos que tiene categoría suficiente para mandar esta complicada misión multinacional con éxito y desde aquí, le deseamos mucha suerte.

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MONUC es una de las pocas misiones de la ONU que llevan a cabo misiones de combate contra la nebulosa de grupos rebeldes que operan por todo el país, pero sobre todo por Kivu Norte, donde tiene su feudo el General Laurent Nkunda, a quien vemos en la foto, jefe militar de la milicia tutsi de origen congoleño-ruandés que pretende proteger a los suyos de otro grupo, el FDLR que son hutus. Ambos grupos son lo suficientemente poderosos, por su control sobre las minas y por su entrenamiento militar, como para haber derrotado a las Fuerzas Armadas de la R. D. del Congo que no son más que una amalgama de antiguos miembros de grupos rebeldes desactivados sin entrenamiento, sin paga y sin motivación. Los grupos rebeldes a quienes se enfrentan tienen la motivación del dinero seguro que consiguen de la explotación ilegal de minas (mineral que acaba en manos de prestigiosas compañías occidentales), la motivación de proteger a los de su étnia y, sobre todo, la motivación de la supervivencia.

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El otro gran reto con que se va a encontrar el General Diaz de Villegas son las próximas elecciones locales en las que las tensiones florecen y las ansias por dar "marchamo de calidad democrático" al poder de facto, hace que los líderes locales, rebeldes o no, pongan todo la intensidad en la campaña electoral que, en la R. D.del Congo, suele cifrarse en cientos de muertos.