Chartwell, Churchill y España

Sir Winston Spencer Churchill es, con toda seguridad, el político más importante y resolutivo de Europa, quizás del mundo, en el siglo XX. Fue un decidido opositor de los totalitarismos europeos, ya sean de naturaleza nazi o socialista y por ello, por su clarividencia en descubrir el mal absoluto antes de que se manifestara en toda su criminal dimensión, debemos los europeos rendirle el tributo que merece.

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En el Reino Unido se puede seguir en cierta forma su trayectoria vital vistando aquellos lugares que marcaron su existencia. Blenheim, en Oxfordshire, fue el palacio familiar en que nació; en Londres, las Cabinet rooms fueron su Cuartel General durante la guerra; o en el pequeño pueblo de Brandon, cerca de Blenheim, se encuentra su sencilla tumba. Pero fue Chartwell, su domicilio familiar durante años, el lugar en que desarrollo su carrera política, literaria y pictórica.

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Es Chartwell una casa de un tamaño no excesivamente grande para lo que acostumbraba la burguesía británica de entreguerras, pero que dispone de unas vistas realmente relajantes sobre la ondulada campiña de Kent. Aquí escribió sus principales obras, que le valieron un Premio Nobel. Y aquí recibió las visitas de influyentes políticos, militares y hombres de negocios durante los años 30 que le sirvieron para formar un amplio frente antitotalitario, sin duda, la simiente de la victoria de 1945 y la posterior de 1989.

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Pero la visita a Chartwell reserva dos agradables sorpresas para los hispanos. La primera es ver como en una espaciosa glorieta del jardín se puede el escudo familiar de los Marlborough, estirpe de la que se sentía especialmente orgulloso y cuyo lema dice: "Fiel pero desdichado", así, en español, como se puede ver en la foto. Aunque no está claro y existen diversas versiones, el origen del lema lo fija el Primer Duque de Marlborough tras su victoria en Blenheim (Baviera, 1704), crucial para la Guerra de sucesión española y se refiere a la pérdida de sus posesiones por lealtad al Rey Carlos I de Inglaterra.

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La segunda sorpresa es mayor aunque más prosaica. Sobre la puerta del estudio en el que pintaba Churchill, en un edificio separado de la vivienda, se encuentra la cabeza, en cuya testuz se ve una "V" blanca, de "Perdigón", el toro que mató, en la Plaza de Valencia, Manolete el 8 de mayo de 1945, día de la Victoria en Europa. Todo un símbolo con indudable sabor hispano para quien tuvo su bautismo de fuego, formando parte de una Unidad española, en Cuba en 1895, el entonces Teniente del 4th de Húsares Winston Churchill.