Paco Arango dirigió su primer largometraje en 2011 con un guión suyo que da forma de cuento o fábula a sus experiencias en la Fundación Aladina, que se dedica al cuidado de niños enfermos de cáncer.
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Maktub, el título de la película que significa "estaba escrito" en árabe, nos sitúa ante un hombre, Manolo, que sufre una crisis laboral y familiar, asediado por el desamor y la desesperanza, hasta que se encuentra, de forma casual, con Antonio, un chaval canario de 15 años que, en fase terminal de cáncer, tiene una visión optimista y trascendente de la vida que contagia y cambia por completo la situación de Manolo y la de su familia.
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La película tiene un ritmo adecuado, derrocha optimismo y está muy bien dirigida y los actores, sobre todo los niños, actúan de forma magistral. Algunas situaciones y diálogos son desternillantes, otras emocionantes hasta el lagrimón, deja un hueco para la magia y, si quieren, el surrealismo que no desvirtúa el mensaje claro, optimista y necesario, sin regatear la presencia de Dios ni disimular el sufrimiento humano.
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Si no han visto Maktub, se lo recomiendo vivamente para que se dejen contagiar por el optimismo de Antonio y hagan frente a sus vidas tal y como son. Luchen, pero acepten la voluntad de Dios que es la verdadera fuente de la felicidad.
Gracias. La veré sin falta.
ResponderEliminarNo está demás indicar también que la Fundación Aladina ha dedicado la recaudación de esa película a reformar la unidad de trasplantes de médula ósea del Hospital Universitario del Niño Jesús.
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